- 1. Comer rápido.
“Comé despacio y masticá cada bocado 20 veces”, recomendaban las abuelas. Los nutricionistas sugieren lo mismo. “Comer rápido nos hace obesos. Comer apurado hasta sentirse lleno multiplica por tres los riesgos de sobrepeso”, sentencia Jimena Martorelli, nutricionista y miembro de la Asociación para la Prevención y Ayuda de los Desórdenes en la Alimentación y Vida Sana. Al comer, la distensión gástrica es una de las primeras señales de saciedad. Se transmite por el sistema nervioso vegetativo hasta el hipotálamo, centro regulador que se encuentra en el cerebro. “Si comemos rápido no le damos tiempo al estómago para que envíe la señal”, agrega Martorelli.
- 2. Masticar poco.
“Masticar adecuadamente los alimentos, y no ‘tragar’, nos conecta primero con el sabor. Pero lo más importante: la masticación es el primer paso del proceso de digestión”, apunta Marcela Ciaño, jefa de Nutrición de la Suizo Argentina. “Los alimentos deben llegar triturados al estómago para poder realizar adecuadamente el proceso de emulsión que le corresponde al estómago y de absorción en el intestino”, explica. Conviene tomarse 20 ó 30 minutos para comer.
- 3. Repetir los platos.
Una costumbre que va a contramano de lo que recomiendan los especialistas. “Lo ideal para no repetir los platos es realizar un menú de cuatro comidas. Primero nos tomamos un buen plato de sopa, luego una abundante ensalada o vegetales hervidos. Esto genera es que la panza se nos llene. Después una buena porción de carne, y terminar la comida con una fruta o un buen plato de gelatina. Para asimilar mejor los alimentos, hay que quedarse sentado unos 15 minutos”, recomienda Martorelli.
- 4. Hacer la sobremesa sin retirar los platos.
La sobremesa también tiene que ver con respetar el tiempo adecuado de la alimentación. “Si existe el buen hábito no importa si despejamos o no la mesa”, señala Trifone. En otros casos puede ayudar.
- 5. Guardar alimentos tentadores a la vista.
Un problema muy similar al del punto ocho. Leal sugiere acomodar los alimentos en la heladera o alacena de tal manera que no queden a la vista.
Menú recomendado
Desayuno: Café con leche descremada. Para endulzarlo, mejor edulcorante. Se puede acompañar con cereales (alimento bajo en grasas y elevado en carbohidratos que ayuda a obtener los nutrientes esenciales) y pan tostado.
Almuerzo: Ensalada de verduras de hoja y una porción de tarta. Una fruta de postre.
Merienda: Yogur bebible con una barrita de cereal, que pesa cerca de 25 gramos y tiene unas 65 calorías.
Cena: Pollo a la plancha (siempre sin piel, y que preferentemente sea pechuga, que tiene menos grasa), sin manteca ni aceite. Se lo puede acompañar con un colchón de verduras.
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